Galicia de Pesca: ¿Cuál es el mejor día para salir al pedrero en busca de lubinas?


¿Cuál es el mejor día para salir al pedrero en busca de lubinas?. La respuesta es sencilla, básicamente y en primer lugar … cuando se tiene tiempo disponible. Qué buenos esos momentos en los que se puede hacer una escapada de un par de horas, o en los fines de semana y por supuesto en las vacaciones. A partir de ahí, hay quien selecciona unos días concretos para acercarse al pedrero, y por el contrario, hay quien sostiene que cualquier día es bueno, con tal de poder ir a practicar la pesca deportiva.
No todos disponemos del mismo tiempo para dedicárselo a esta grandísima afición, y entiendo que al igual que yo, nuestro día a día y las circunstancias que nos rodean, no nos permitan realizar mucha selección de los días.
Aun así, son varios los factores a tener en cuenta para elegir el día más apropiado para hacer de esa salida al pedrero, una jornada para recordar siempre … máxime cuando tildamos a las lubinas en muchas ocasiones de “caprichosas”.
¿Cuántas veces oímos o dijimos que la temperatura del agua estaba demasiado fría y que no comían o que se mostraban inactivas por ello?, ¿Y que la causa es por el descenso de la presión atmosférica?, ¿Y qué decir de los detractores de según qué fase lunar?, ¿Y de la “frase” … el mar no sirve? … ¿O no hubo suerte?.
Son varias y a veces desconcertantes todas las variables que podríamos manejar, pero ni con todas ellas al alcance, podríamos determinar o predecir con total acierto, cuál es el día más propicio.
Posiblemente y de regreso a casa … si pescamos algo habrá unanimidad en la frase a emplear … “Hoy hubo suerte”.
La suerte le da la dimensión adecuada en ocasiones a lo que significa el plan previo del día anterior … preparar convenientemente el equipo y los señuelos, consultar la predicción del tiempo, la tabla de mareas, los períodos solunares o períodos horarios que determinan la máxima actividad de los peces por la acción conjugada de la luna y del sol, la altura y periodicidad de las olas, la dirección e intensidad del viento … el despertarse a una hora intempestiva para los amantes del amanecer … la noche, con lo que el riesgo entraña ya de por sí.
Suerte es disfrutar del mar, del pedrero, de las olas y cómo no … del olor a salitre con el que la rompiente impregna a todo el que se le acerca … suerte es también no perder o dañar el material o el equipo, porque por mucho que planifiquemos ese día y reúna aparentemente las condiciones deseadas, puede que no sintamos al otro lado de línea un sólo ataque a nuestros señuelos, o por el contrario … un día normal, sin aparentemente nada especial, ese día en el que no confiábamos en exceso … al primer lance, o al amanecer, o porqué no … a cualquier hora, una buena lubina parece que quiera arrancarnos la caña de las manos, o que durante unos instantes más o menos prolongados ataquen nuestros señuelos sin tregua … para que después al igual que comenzó esta actividad bajo las aguas … desparezca sin más y retornemos a la secuencia lance-recogida de los señuelos sin más.
Bajo mi punto de vista, suerte … -aparte de lo expuesto anteriormente- es insistencia, tenacidad, perseverancia e ilusión por dar vida constantemente al reto que perseguimos cada vez que podemos ir a dar “caza” a la lubina o a un buen robalo.

Suerte a todos y ¡Hasta la próxima Salitrada!
Juan C. Lorenzo

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *