Galicia de Pesca: Técnicas en el lance y recogida de los minnows para la pesca de la lubina.
EL LANCE …
Después de observar a más de un pescador en acción de pesca, casi podría decir que por el lance y a una cierta distancia de éste, se le podría identificar … es decir, cada uno de nosotros tenemos nuestra propia técnica o secuencia de movimientos durante el mismo que nos caracteriza y diferencia.
En mi caso particular, algo que hago siempre justo antes del lance, es comprobar de modo visual y si hay suficiente luz, la correcta colocación del trenzado en la última anilla para observar que no hay una vuelta indeseada que me pueda hacer perder el señuelo o incluso ocasionar la rotura de la puntera de la caña. Es algo fundamental y que tengo siempre en cuenta, no dando nunca por supuesto que esa indeseada vuelta no existe realizando el lance sin más, porque con cualquier movimiento brusco o seco indeseado, incluso sin darme cuenta, en la empuñadura de la caña, se transfiere una vibración en el puntero que me puede ocasionar un inconveniente importante con posterioridad -lo mismo ocurre con los días de viento-. Si la luz es insuficiente, de modo manual o con un foco, sin enfocar nunca hacia el mar también realizo la comprobación de la puntera.
Esta comprobación, los movimientos que describimos con la caña antes del lance, la distancia que se deja entre el señuelo y la puntera de la caña, la secuencia de movimientos que realizamos después de lanzar … todo ello configura y caracteriza la técnica que cada uno de nosotros empleamos a la hora de lanzar un minnow o un señuelo en general.
Yo no soy partidario de dejar el señuelo muy cercano a la puntera en el lance sino a una cierta distancia, no sé si por lo descrito anteriormente, pero sí porque lo que tengo más que comprobado, es que consigo distancias de lance mucho mayores … el vaivén del señuelo, la tracción y posterior flexión de la caña me hacen interpretar que al menos a mí me resulta mucho más eficaz para ganar metros.
Bien es cierto que a la hora de lanzar, también comprobamos inicialmente, lo que tenemos a nuestras espaldas, obstáculos, rocas, etc … para determinar el espacio o movilidad de que disponemos a la hora de desplazar hacia atrás la caña para ejecutar el lance, y así evitar impactos sobre la misma o enganches del señuelo justo en el momento de buscar la flexión adecuada de la caña para maximizar el lance. Todo esto es de vital importancia con cualquier cantidad de luz, no es bueno precipitarse.
LA RECOGIDA …
Una vez que lanzo el señuelo y éste toca el agua, suelo esperar 3 ó 4 segundos para que el trenzado se pose totalmente sobre la superficie del agua, antes de tensar con suavidad la línea y bajar el puntero de la caña para empezar a recoger. Creo que esa espera inicial después del sonido del impacto del señuelo contra el agua, es incluso atractiva para la lubina que esté cerca de él … ya que además está en movimiento, recuperando su flotabilidad si es un minnow flotante o hundiéndose si por el contrario es hundido, sumando también a éste, el vaivén de las olas y las corrientes -en alguna ocasión entran al señuelo incluso antes de la primera vuelta de manivela del carrete, y creo es por este motivo-.
Al comienzo de la recogida, una vez que noto la línea tensa después de unas primeras vueltas de manivela lentas y con la puntera abajo, suelo iniciarla con un leve tirón de arranque continuo -girando la cadera o ambos brazos- para provocar mucho movimiento del señuelo al inicio, para ya posteriormente recuperar el señuelo con todas sus variantes … muchas veces dependientes del estado de la mar o el tipo de viento existente.
La recogida puedo realizarla de las siguientes maneras:
– Totalmente de modo continuo, con una velocidad lenta y sin alteraciones significativas en el ritmo de recogida.
– Intercalando unas vueltas de manivela a velocidad más rápida o simplemente haciendo giros de cadera y brazos más o menos constantes para conseguir el mismo efecto.
– Intercalando en cualquiera de los dos anteriores, paradas en la recogida de un par de segundos, para seguir recogiendo.
– Variar la dirección del puntero de la caña -puntero a la derecha y abajo cambiando el puntero a la izquierda y abajo por ejemplo, mientras recojo- después de unas vueltas para variar la dirección lineal de la recogida y provocar más movimientos casi aleatorios en el señuelo durante dicho cambio de orientación de la línea de recogida.
Tal y como expuse al principio, cada uno tiene su propia manera o forma de interpretar la técnica en los lances y en las recogidas, fruto de sus propias experiencias o si es el caso, porque no lleva experimentando mucho tiempo esta pasión de pescar lubinas a spinning o vareando.
Disfrutar de todo lo que el entorno de un pedrero nos ofrece cada vez que intentamos provocar el ataque de una buena lubina, las técnicas y señuelos que empleamos … nuestras previsiones o planes para conseguirlo, nuestra insistencia prueba/error, y todo ello con seguridad, le da vida y alimenta esta pasión que muchos compartimos. Siempre sostengo que disfrutar de todo esto es disfrutar de la pesca … si la suerte nos acompaña además … a disfrutar también del momento.
Aquí tan sólo expongo un pequeño resumen de lo que yo hago fruto precisamente de mis propias experiencias caña en mano. Independientemente de todo ello, habrá que adaptarse en el pedrero cada día en función del sitio elegido, del señuelo usado, del estado del mar y las corrientes, de la fuerza del viento, etc.
Un saludo a todos y ¡Hasta la próxima Salitrada!
Juan C. Lorenzo
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